Aprender a comunicar quiere decir aprender a
escuchar, a contemplar, además de hablar, y esto es especialmente importante
para los agentes de la evangelización: silencio y palabra son elementos
esenciales e integrantes de la acción comunicativa de la Iglesia, para un
renovado anuncio de Cristo en el mundo contemporáneo. A María, cuyo silencio
“escucha y hace florecer la Palabra” (Oración para
el ágora de los jóvenes italianos en Loreto, 1-2 de septiembre
2007), confío toda la obra de evangelización que la Iglesia realiza a través de
los medios de comunicación social. (Mensaje del Santo Padre con motivo de la
Jornada Mundial de los Medios de Comunicación Social 2012)
Una propuesta muy oportuna la del Santo Padre para
esta Jornada Mundial de la Comunicación Social, “Silencio y Palabra, Caminos de
Evangelización” entramos a un mundo que vive no solo una Era Digital, sino una
Era de Comunicación y donde las nuevas tecnologías son las herramientas claves
que nos transportan por este Milenio, es necesario Alfabetizar en Comunicación,
Catequizar nuestra Comunicación y la
necesitamos: niños, jóvenes, adultos, ancianos, hijos, padres, esposos, novios,
amigos, Sacerdotes, Obispos y Religiosas.
Para algunos pareciera que el elemento Silencio es antagónico
a la Comunicación, pareciera que el ruido, el constante hablar y hablar,
expresar y expresar, es el único elemento dominante de la Comunicación y de
esto se saben utilizar muy bien los Mega Medios de Comunicación que están trabajando
25 Hrs al día por llenarnos de contenido, saturarnos de contenido y es en este
momento donde tenemos que reflexionar los elementos de la Comunicación, “Silencio
y Palabra”.
Cuando palabra y silencio se excluyen mutuamente,
la comunicación se deteriora, ya sea porque provoca un cierto aturdimiento o
porque, por el contrario, crea un clima de frialdad; sin embargo, cuando se
integran recíprocamente, la comunicación adquiere valor y significado. (Mensaje
del Santo Padre con motivo de la Jornada Mundial de los Medios de Comunicación
Social 2012)
Nuestra Palabra como elemento comunicacional no
puede estar vacía, necesita esencia y contenido, necesita Vida y necesitamos
encontrar el valor de la Palabra que nos llega de todo aquel que se comunica
con nosotros; No es saturarnos de Palabras, en la Comunicación esto no existe
ya que se transforma en ruido, es saber dar Palabra en el momento oportuno y
que esta valla impregnada de esencia y contenido; Como Cristo Palabra eterna de Dios, la Palabra que
Dios tenía que decir al mundo. “El hombre no puede quedar satisfecho con un
sencillo y tolerante intercambio de opiniones escépticas y de experiencias de
vida: todos buscamos la verdad y compartimos este profundo anhelo, sobre todo
en nuestro tiempo en el que “cuando se intercambian informaciones, las personas
se comparten a sí mismas, su visión del mundo, sus esperanzas, sus ideales” (Mensaje para
la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de 2011)
En este Era, todos nos volvemos Comunicadores, por
las facilidades que nos da la tecnología, pero será que ¿En esta Era, podrá existir
silencio?
El Silencio es indispensable en
la Comunicación, las Palabra no pueden llegar y llegar incluso cargadas de
mensajes muy positivos y constructivos; Sin espacios de silencios, estas se
transforman en ruido y es el problema de nuestro tiempo. Ningún contenido nos
puede llegar sin un momento de Reflexión de interiorización de hacer nuestro el
mensaje no solo en las entradas de nuestros oídos, sino en el interior del
corazón y la mente, esta pedagogía comporta el saber Comunicar. Incluso debemos
de volver a la elocuencia del Silencio que muchas veces dice más que mil
Palabras dichas sin sentido.
Del silencio, por tanto, brota una comunicación más
exigente todavía, que evoca la sensibilidad y la capacidad de escucha que a
menudo desvela la medida y la naturaleza de las relaciones. Allí donde los
mensajes y la información son abundantes, el silencio se hace esencial para
discernir lo que es importante de lo que es inútil y superficial. Una profunda
reflexión nos ayuda a descubrir la relación existente entre situaciones que a
primera vista parecen desconectadas entre sí, a valorar y analizar los
mensajes; esto hace que se puedan compartir opiniones sopesadas y pertinentes,
originando un auténtico conocimiento compartido. (Mensaje del Santo Padre con
motivo de la Jornada Mundial de los Medios de Comunicación Social 2012)
La Oración, es Escuela de Comunicación, porque la
Oración es Comunicación con Dios, la Oración nos enseña no solo a hablar al mundo,
nos enseña a hablar en nuestro mundo interior y nos enseña a escuchar en
silencio, a Dios, a nuestro corazón y clarifica la voz de nuestro hermano.
“Hay que considerar con interés los diversos
sitios, aplicaciones y redes sociales que pueden ayudar al hombre de hoy a
vivir momentos de reflexión y de auténtica interrogación, pero también a
encontrar espacios de silencio, ocasiones de oración, meditación y de compartir
la Palabra de Dios. En la esencialidad de breves mensajes, a menudo no más
extensos que un versículo bíblico, se pueden formular pensamientos profundos,
si cada uno no descuida el cultivo de su propia interioridad”. (Mensaje
del Santo Padre con motivo de la Jornada Mundial de los Medios de Comunicación
Social 2012)
Grandes retos para este Milenio, enseñar, alfabetizar
en la Comunicación, el Continente Digital necesita el anuncio de una buena
noticia de la Palabra por excelencia, Cristo. Que nuestra Madre Santísima nos
enseñe el valor del Silencio, porque solo en el Silencio, la Palabra se hizo
carne y puso su morada entre nosotros.
El Autor es
integrante de la Comunidad Cristiana San Ramón.
La
Lima-Honduras, 18 de Mayo del 2012
Fotografía:
Néstor Esaú Velásquez
Imágenes: Sitios Facebook y Twitter de la CCSR
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