Buenas tardes hermanos en
Cristo, para mí es un honor y una dicha dirigir unas sencillas y humildes
palabras al iniciar el año de formación 2013.
Inicio con una bella cita de la
Primera Carta de San Pedro: “Por el contrario, Glorifiquen en sus corazones a
Cristo, el Señor. Estén siempre dispuestos a defenderse delante de cualquiera
que les pida razón de la esperanza que ustedes tienen”. (1 Pedro 3, 15).
La Palabra de Dios es vida ayer,
hoy y siempre; así como Pedro, inspirado por el Espíritu Santo, hizo expresar
aquellas realidades que amenazaban a la naciente iglesia, así hoy nuestra
Iglesia necesita también de personas que sepamos dar razón de lo que creemos y
profesamos, ante este asentado relativismo que amenaza fuertemente a los
jóvenes de esta generación tecnológica.
Estas realidades no las
necesitamos únicamente para poder enfrentarnos a los jóvenes que en algún
momento son puestos para Gloria de Dios en nuestras manos en convivencias,
catequesis, retiros, etc. Sino también en pláticas desarrolladas en nuestros
entornos de estudios, trabajo, incluso nuestros propios hogares, donde el mundo
ha hecho de las suyas y desvirtúa poco a poco la realidad que la Iglesia, fiel
interprete de la palabra de Dios, ha propuesto a lo largo de los años.
No basta simplemente son solo
venir y estar sentados escuchando a nuestro formador, si bien es cierto no son
los mejores, tengamos siempre presente que son las personas que Dios utiliza en
ese momento para hacernos llegar un mensaje de fe y amor.
Maravilloso seria que nuestra
Iglesia formase a todos sus fieles, para que todos sepamos dar razones de
nuestra fe, defendamos en la vía del dialogo aquello en lo cual nuestra creencia
esta cimentada, pero desafortunadamente por diversos factores como el factor
económico, demográficos, sociales, entre otros pero el más importante y el que
hace que cada día, más personas opten por irse a otras sectas, hablo del factor
de la disposición a aprender.
Estamos llamados a ser
portadores de la Verdad que es Cristo, en todas las situaciones de nuestras
vidas, que este nuevo año 2013 aparte de todas las metas personales,
familiares, académicas y nuestros proyectos espirituales se cumplan y luchemos
por alcanzarlos, pero también dediquemos espacio y pongamos entre nuestras
metas, aprender un poco más de nuestra fe, utilizar y aprovechar esta formación
que hoy iniciamos, este medio que la Iglesia y la comunidad nos prestan para
aprender más de Jesús, centro de nuestra razón de ser y existir.
Que Dios bendiga a nuestros
formadores y les regale el don de enseñarnos y de saber
llevar el mensaje, que les otorgue la paciencia y el consuelo que necesiten en
momento de desánimo y tribulación,
frente a este nuevo año de formación.
Y nosotros los alumnos de este
curso 2013, pedimos y consagramos a Nuestra Madre, la siempre Virgen María,
todo lo que podamos aprender en este periodo de formación, aquello que Jesús,
Hijo de Dios, haya tenido pensado desde nuestro nacimiento que aprenderíamos en
este tiempo, que ella interceda ante su Hijo, en los momento se dificultades y
que siempre cuide y vele nuestro aprendizaje.
Queda inaugurado el año de
formación 2013.
Gloria
a Dios.
Redactado por: Christian Eduardo Toval
Ruíz
Asesor de Ministerio de Catequistas
2013.
Alumno del 3er año de formación 2013.
Fotografías: Néstor Esaú Velásquez Téllez
Archivo Comunidad Cristiana San Ramón.
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