Por: Néstor Esaú Velásquez Téllez
Coordinador General CCSR
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na hermosa experiencia vivimos
los días 21, 22 y 23 de septiembre en la Cartuja-Matagalpa, lugar donde se
vivió el Encuentro de jóvenes de 11mo. Año, con alrededor de 77 jóvenes.
Un Encuentro de conversión, es
una experiencia que marca la vida, sobretodo porque para muchos jóvenes será la
única oportunidad en sus vidas de escuchar un mensaje diferente al que le
propone el mundo; Es una oportunidad de silencio interior y de cercanía con uno
mismo, conociéndose, sanando y emprendiendo un nuevo rumbo.
Para muchos ha significado el
inicio de la segunda mitad de sus vidas y con alegría pueden decir; Antes de
Cristo y Después de Cristo. Pero un Encuentro es solo el inicio de una aventura
de la mano del Señor, porque ahora inicia la experiencia de Reencuentro con el
Señor todos los días y a lo largo de las realidades más sencillas y temporales.
Muchos no quisieran regresar a lo
cotidiano, de nuestros corazones se podría escapar el hagamos tres chozas al igual
que los discípulos en el Monte Tabor (Mt. 17, 1-6), pero al igual que ellos,
nos corresponderá reconocerle con el mismo esplendor que el de la
transfiguración en el misterio mas grande, la Cruz; y en nuestro caso en la
Cruz de cada día.
Tanto para el equipo como para
los Encuentristas estos días han sido una experiencia de crecimiento Espiritual
y de reavivar la llama de la fe, viendo en el interior del corazón y
reconociendo en él un gran vacío que solo Dios puede llenar.
Pero al bajar del cerrito de
pinos en la casa de retiro de la Cartuja, reconocemos también nuestro descenso
del Tabor, ya no vamos solos, hemos visto y oído al maestro y Él ha hablado a
nuestro corazón, dejando una semilla que con nuestra perseverancia y esfuerzo
crecerá hasta dar abundante fruto.
Todavía nos queda trabajo a la
Comunidad Cristiana San Ramón, nos preparamos al Encuentro de 10mo. Año del
Colegio Tridentino San Ramón, todavía tenemos trabajo abundante que hacer y
preparar, pero al bajar del cerrito de la Cartuja con la brisa y el viento
entre los pinos, reconocemos la compañía de un Amigo que no nos abandona y que
nos llama a ser Sal y Luz, en medio del mundo.
Ponemos en las manos de Dios a
los jóvenes que han vivido el Encuentro y pedimos que puedan perseverar y
crecer en esta primera experiencia que han vivido con el Camino, la Verdad y la
Vida; Cristo.
Y si Dios y ellos quieren les
esperamos en Comunidad este jueves 27 de septiembre.
León, Nicaragua 23 de septiembre
del 2012
Fotografías: Néstor Esaú Velásquez Téllez
Archivo Comunidad Cristiana San Ramón.
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